Los sistemas de detección de incendios se encargan de detectar la presencia de fuego y de sus elementos asociados. Funcionan generando alarmas automáticas a través de detectores (de humo, de temperatura, infrarrojos, por aspiración...), o de forma manual, a través de pulsadores. Fundamentalmente son de dos tipos:
Sistemas Convencionales: Señalan una situación de incendio en una zona específica de la instalación o zona sin identificar el elemento exacto que detecta o produce la alarma.
Sistemas Analógicos o Direccionables: Son los sistemas de detección más complejos, los cuales indican el elemento exacto que envía la señal de alarma a la central, dando datos detallados del funcionamiento de cada uno de los equipos.
Además, existe una gran variedad de accesorios para dar respuesta a estas situaciones y hacer interactuar este sistema con otros que ayuden en la detección y prevención de incendios (Módulos de control, Paneles repetidores, Retenedores de puertas, etc.).